25 octubre 2006
Elecciones. Qué bonito! Lo que me gusta un poquito de voto. Y como no, campaña electoral. Vas en el autobús (yo soy mucho de autobús), y ves caras que intentan ser entrañables. En fin, la intención es lo que cuenta. Imágenes cotidianas, afeitados caseros, escenas de hágalo usted mismo (ERC), sonrisas de galán indestructible robotizado (CiU), y caras, que por mucho que lo intenten, no convencen, y mas que amistosas, parecen estreñidas (PP). En fin, y con estas escenas de pánico, a quien coño votas? Pues si es por imagen, que hay más sincero que quedarte en pelotas. Sin ases en la manga, ni conejos en la chistera. Tendré que invertigar. Todo en busca de la decencia y la coherencia. De quien nos mienta un poco menos y actúe un poco más. De la utopía!
24 octubre 2006
La muchacha guisante
S. es la muchacha guisante. No por su aspecto, más bien es la costumbre. Ya hace años que decidí compararla con semejante vegetal por pequeña e inocente. Lo de delicada aun está por comprobar. Y lo de verde, evidentemente... no hace falta comprobarlo. Es terrícola. Aunque a veces he llegado a dudarlo...
Lleva meses diciéndome que escriba algo sobre ella, así que irremediablemente tenía que hacerlo para poder eludir sus constantes embestidas.
Lo primero que piensas cuando la conoces en su ambiente es que necesita tratamiento. Su cerebro maquina constantemente, entre el surrealismo y un mundo teletubbieniano y chanante. Ésta es su principal baza y su mayor encanto. Pasa del silencio a una afirmación espectacular en un abrir de cerrar de ojos, sin dar tiempo a reaccionar. Y tu tan tranquilo, te encuentras con eso de sopetón, y no sabes bien si asustarte, pero sin darte cuenta caes y la risa no te deja reaccionar. Lo más curioso es que tiene la capacidad de contagiar esta manera de pensar, y a la que te das cuenta, ya estás metido en una cadena de surrealismo de la que es difícil salir.
Podríamos decir que es una maga de la reinterpretación de expresiones. nombres y palabras, con el aliciente de convertirlas en absurdo, así que no puedes evitar reirte. Como últimas transformaciones puedo citar coyote vil (garrote vil) y chifer suterlan (Kiefer Sutherland). Así, tal como lo piensa le sale, sin avisar. Y suele ser una constante. Y todo, adornado a veces con una fina ironía.
Bueno, dicho todo ésto, tampoco creáis que es una cabeza hueca. También es una licenciada con inquietudes y de mundo. Muy viajada. Y con el tiempo pues le cojes cariño, y te parece adorable, como un peluchillo con tirabuzones (aunque un peluchillo con tirabuzones, a primera vista, pueda parece terrorífico, y ella, de hecho, a veces también lo es).
Lleva meses diciéndome que escriba algo sobre ella, así que irremediablemente tenía que hacerlo para poder eludir sus constantes embestidas.
Lo primero que piensas cuando la conoces en su ambiente es que necesita tratamiento. Su cerebro maquina constantemente, entre el surrealismo y un mundo teletubbieniano y chanante. Ésta es su principal baza y su mayor encanto. Pasa del silencio a una afirmación espectacular en un abrir de cerrar de ojos, sin dar tiempo a reaccionar. Y tu tan tranquilo, te encuentras con eso de sopetón, y no sabes bien si asustarte, pero sin darte cuenta caes y la risa no te deja reaccionar. Lo más curioso es que tiene la capacidad de contagiar esta manera de pensar, y a la que te das cuenta, ya estás metido en una cadena de surrealismo de la que es difícil salir.
Podríamos decir que es una maga de la reinterpretación de expresiones. nombres y palabras, con el aliciente de convertirlas en absurdo, así que no puedes evitar reirte. Como últimas transformaciones puedo citar coyote vil (garrote vil) y chifer suterlan (Kiefer Sutherland). Así, tal como lo piensa le sale, sin avisar. Y suele ser una constante. Y todo, adornado a veces con una fina ironía.
Bueno, dicho todo ésto, tampoco creáis que es una cabeza hueca. También es una licenciada con inquietudes y de mundo. Muy viajada. Y con el tiempo pues le cojes cariño, y te parece adorable, como un peluchillo con tirabuzones (aunque un peluchillo con tirabuzones, a primera vista, pueda parece terrorífico, y ella, de hecho, a veces también lo es).