14 septiembre 2006

De los chicharreros en su hábitat

Chicharrero: dícese del que vive en Tenerife. Curiosejo. Y todo viene por un pez, que los tinerfeños pescaban con fervor, casi con avaricia. Así también están los conejeros, de Lanzarote, por el mismo caso (bueno, por todos es sabido que los conejos no se pescan). De estos gentilicios podemos deducir un poquito el ambiente social... Se podría decir despreocupado, y de hecho lo digo. Es un paraiso del despiporre. Y tienen una ventaja sobre nosotros: el botellón es legal! Y ya no digo que dejen beber a la gente en la calle. Va más allá. Puedes ir a una tienda a comprarte el pack botellón, compuesto por la botella de alcohol, el hielo y los vasos. Nada de esa cutrería de llevarse el cubata hecho de casa. Así luego la gente... va como va.
Otro hecho curioso es la historia de la isla. El mismo nombre viene del berever (habitante de Tenerife). Y cómo se las gastaban los tíos. Qué recursos... A finales del s. XV se fueron los castellanos con chulería a echar a los guanches, pero los tíos los echaron a pedradas. Pa qué más... Claro, que a la segunda fue la vencida, y los castellanos no dejaron títere con cabeza. De ahí los guanches a tomar viento, su cultura con ellos y aquí paz y después gloria (cristiana, of course).
Bueno, y como último apunte histórico, cabe decir, que los ingleses intentaron la conquista. El conocido almirante Nelson se fue a Tenerife con chulería, a desembarcar al muelle de la abuelita de H. Con confianza, sin miedo, como buen inglés. Después de intentarlo tres veces, va el tío a bajar del barco y le vuelan el brazo de un cañonazo. Eso le dio que pensar y decidió volverse a casa, con su brazo en un paquetico.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Me encantan tus crónicas canarias... quiero más más más!

10:35 a. m.  

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