17 mayo 2006

Regusto veraniego

Bueno, ya se acerca el verano. Es evidente. Poco a poco ya vamos a empezar a sudar, como si no tuviésemos mejor forma de soltar el líquido que nos sobra. Y es que ésto de la primavera ya está pasado de moda. Cada vez es más una palabra sin sentido. Hace un mes estaban los pijos acabando de recoger su apartamentito en Baqueira y ahora de golpe te enchufan un lorenzazo de miedo. A la playa se ha dicho. En semana santa, esas fiestas de guardar, ya llegaron masas humanas a la costa levantina (con la de playas que hay). A ese estupendo Marina d´Or, símbolo de esplendor y diversión (por un momento imaginároslo de aquí a 20 años).
Y a mí solo se me ocurre una cosa: huir. Lo más lejos posible (dentro de lo que permite la economía). Bueno a mí, y muchos otros cuerdos que deciden desplazarse lejos de las avalanchas.
Ya cada vez vemos a más gente con sus chanclas por la calle. yo mismo me incluyo. Y me voy preguntando qué pensará la gente de ese color de piel que llevo puesto. Y es que si me descuido salgo transparente. Pero ahí voy, llevándolo con dignidad. Para qué molestarme. No me quiero engañar... mi piel no está hecha para ser morena. Con 15 minutos de sol ya le causo estragos, así que mejor no la haremos sufrir innecesariamente. Y al que no le guste, que no mire.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

La estación de esqui famosa viene de vaca, por si no lo sabía usted. Y no, esa piel no está hecha para sufrir... si no aguanta ni el jacuzzi!!

3:09 p. m.  
Blogger vilipendia said...

Al que no le guste... o al que sufra fotofobia, que ese resplandor daña la vista una cosa mala.

3:48 p. m.  
Blogger Unknown said...

Jejeje... pues sí, El Resplandor. Brrr, qué miedo.

9:35 a. m.  

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