¡Bienvenido Mr. Shiatsu!

Sí. Después de varios días de ausencia vengo para relatar mi última experiencia energética. Ayer me sometí a otra nueva rama del tratamiento energético; el shiatsu.
A las 8 llegué a la consulta con E. E es una mujer de cuarenta y tantos, de aspecto tranquilo y amable. Al entrar en la consulta me encontré con un colchón en el suelo. El tema prometía... Una imagen bastante relajante de entrada. Me tumbé bocabajo y E empezó con el proceso. Consiste en un masaje de apretujones en puntos concretos. Cuando E empezó a apretujarme la espalda se me ocurrió que si esta mujer tuviese la misma fuerza para todo, podría acabar con los conflictos de Oriente Medio a guantazos. Reconozco que al principio me impresionó un poco. Me veía desmembrado... Y ya no os digo cuando de repente me agarró de la cabeza y empezó a estirar. Estuve a punto de sugerirle que prefería seguir con la cabeza pegada al cuello, pero el estirón duró poco. Después fue todo muy agradable. Y tan relajante que ni me importo que la mujer me tocara el culo (en otra situación me hubiese sobresaltado). Tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no chorrear babilla. Luego me tocó darme la vuelta, y sesión bocarriba. esta vez, cuando me estiró las piernas ya no me importaba tenermelas que llevar a casa debajo del brazo. Sabrá lo que hace, pensé. Y realmente si. Creía que la reflexología era el sumum de la relajación, pero el shiatsu se ha puesto en cabeza. Tengo ganas de repetir. Lo malo es que igual crea adicción...