Informáticos, seres multifuncionales

Sí señores. Soy informático. No soy vocacional, cabe decirlo. Lo mío fue más bien casualidad, pero la cosa es que después de haber dado tumbos y haber probado varias opciones variopintas, me decanté por el mundo de las telecos, en principio como base para una segundo opción, y al final como desenlace. La verdad es que no me quejo, por ahora me parece un trabajo entretenido y con unos horarios muy flexibles que me permiten tener tiempo libre (que no es poco).
En fin, a lo que vamos. Los informáticos somos malinterpretados. Hay determinadas personas que creen el hecho de serlo y saber manejar, más o menos, un ordenador ya supone saber arreglar cualquier aparato que cuente con un mínimo de tecnología entre sus componentes. Véase; ordenadores, pantallas, televisores, secadores de pelo, aires acondicionados y tostadoras, entre muchos otros. Y tu, que tienes la idea justa de cómo funciona un ordenador por dentro, con sus chips y sus cositas, no tienes ni la más mínima de cómo va una tele. Lo peor de todo es que cuando alguien incluído en el tipo de gente que antes he mencionado, sin ninguna duda, te pide que le mires su televisor, porque se ve "verde", se sorprende cuando le dices que no sabes lo que le puede pasar. Ahí es cuando te miran con una cara, mezcla de odio y sorpresa, y te dicen la frase: -Pero tu no sabes de aparatos eléctricos?-. Tu intentas justificarte diciendo que lo tuyo son los ordenadores, que de teles sabes lo justito, pero aun así te siguen mirando con cara de desconfianza, como queriéndote decir:-A tí lo que te pasa es que no quieres molestarte. Si es que todos los informáticos sois iguales...- Porque además, no sé porqué, solemos tener fama de vagos, de despreocupados.
Lo que más odio de esta incomprensión es el momento en el que algo falla. Es una ley natural. Si mientras estás trabajando en algún sitio, falla algo relacionado con los ordenadores, la culpa será siempre del informático. No importa la situación. Si no va Internet, si no va un teclado, si se apaga una pantalla, si se quema un ordenador, o incluso si una excavadora tira abajo la línea de teléfono por la que va el ADSL. Simpre te preguntan: -Has tocado algo?-. Aunque respondas que no ya eres sospechoso de antemano, no hay remedio. Eso sí, siempre que demuestro lo contrario, me regocijo en mi victoria contra el enemigo.
Espero que esto sirva para que apiadéis de nosotros...